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lunes, 24 de marzo de 2008

La Ley Electoral se carga la España ‘plural’ y sale en auxilio del PSOE

Artículo publicado por Carlos Sánchez el 11 de Marzo elconfidencial.com:

¿Es posible que un partido logre cinco diputados más con sólo sumar 38.361 nuevos votos? Sí, es posible. Ahí está el caso del Partido Socialista, que ha rentabilizado al máximo su escaso crecimiento en número de papeletas respecto de las elecciones de 2004. Cada uno de los cinco nuevos diputados socialistas (ha pasado de 164 a 169 escaños) le ha costado únicamente 7.672 votos, prácticamente la décima parte de lo que normalmente cuesta un escaño como término medio. El Partido Popular (PP), por el contrario, ha obtenido en las elecciones del domingo 406.829 votos más, pero su ‘cosecha’ de nuevos diputados ha sido más modesta. Cada una de las cinco nuevas actas que ha logrado le ha costado 81.365 papeletas. O lo que es lo mismo, casi once veces más que al PSOE.

¿Y es posible que a un partido le cueste un diputado 50.451 votos y a otro casi diez veces más, en concreto, 481.520 sufragios? Por supuesto que sí es posible. Al Partido Nacionalista Vasco (PNV) eso es lo que le ha costado cada escaño en el Congreso de Diputados en número de votos. Izquierda Unida, por el contrario, ha logrado tan sólo dos actas de diputado pese a haber obtenido 963.040 votos.

El sistema electoral español tiene estas paradojas. Favorece a los grandes partidos y a las formaciones nacionalistas y discrimina a las pequeñas formaciones de ámbito estatal. Hasta el punto de que difícilmente se puede hablar de un sistema proporcional en los términos que determina la Carta Magna. La Constitución habla de que las elecciones al Congreso de los Diputados se verificará en cada circunscripción “atendiendo a criterios de representación proporcional”, con un mínimo de dos diputados por provincia, pero lo cierto es que tras las elecciones del domingo cada diputado le ha costado al PSOE (cociente entre el número de votos logrados y el número de actas conseguidas ) 65.470 papeletas, muy cerca de los 66.470 votos que ha tenido que lograr el PP para obtener un diputado.

Ventaja nacionalista

Por el contrario, y al margen de Izquierda Unida, ahí está el caso del partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia (UpyD), que ha obtenido 303.535 votos y un solo escaño. A los partidos nacionalistas, por el contrario, cada diputado le ha costado una cifra que oscila entre los 50.541 votos del PNV (sin duda el partido más beneficiado por la Ley Electoral) y los 104.521 del Bloque Nacionalista Galego (BNG).

La desproporción entre votos y escaños explica un hecho verdaderamente extraordinario teniendo en cuenta que se trata de un sistema electoral de carácter proporcional, al menor formalmente, aunque sea corregido por el hecho de que las 50 circunscripciones (independientemente de su población) tengan aseguradas dos diputados -salvo Ceuta y Melilla-, lo que provoca que realmente la proporcionalidad se aplique únicamente sobre 248 diputados, y no sobre los 350 que se sientan en el Congreso de los Diputados.

Ocurre, sin embargo, que los dos grandes partidos lejos de verse perjudicados por la proporcionalidad que exige nominalmente el sistema, salen fortalecidos al aplicarse la Ley D`Hont. Y eso explica que el pasado domingo PSOE y PP obtuvieran el 83,75% de los votos, pero el 92% de las 350 actas de diputado que estaban en juego. Dicho en otros términos, el Partido Socialista y el Partido Popular obtuvieron para sus candidaturas 21,23 millones de los 25,06 millones de papeletas válidas (excluidos los votos nulos y en blanco); pero por si esto fuera poco, tuvieron un ‘plus’ del 10% de los escaños en aplicación de una Ley Electoral que ninguno de los dos quiere cambiar.

Representatividad democrática

Y todo ello pese a sus carencias en términos de representatividad democrática. Se ha dicho, y es cierto, que el Partido Socialista ha cimentado su triunfo en Cataluña y, en menor medida, en Andalucía. Pues bien, ¿sabe cuánto cuesta un diputado en Cataluña para el partido ganador? Pues exactamente 66.911 papeletas, mientras que en Andalucía es algo inferior: 64.247. En la Comunidad de Madrid, por el contrario, al ganador (en este caso el PP) cada escaño le ha costado bastante más, nada menos que 95.742 votos, mientras que en su otro feudo, la Comunidad Valenciana, cada diputado tiene un precio de 74.265 papeletas. El Partido Popular, sin embargo, se ha beneficiado, y mucho, de la dispersión geográfica de Castilla y León, uno de sus graneros de votos tradicionales, ya que cada escaño únicamente le ha costado 45.855 votos.

El hecho de que el PSOE sea mayoritario en Cataluña y Andalucía es un asunto extraordinariamente importante en términos de aritmética electoral, toda vez que ambas comunidades tienen un plus de representación respecto de Madrid y la Comunidad Valenciana. Varios datos lo ponen de relieve de una forma nítida.

El censo electoral de Cataluña está formado por 5.288.736 electores, que han tenido que elegir a 47 diputados al Congreso, lo que significa que cada escaño cuesta 112.526 votos (en relación al censo y no al número de votantes). La Comunidad de Madrid, por el contrario, tiene 4.394.541 electores, pero al tratarse de una comunidad uniprovincial, únicamente tiene asignadas 35 actas de diputado, lo que quiere decir que cada escaño cuesta 125.558 votos, un 10% más que en Cataluña.

En la comparación entre Andalucía y la Comunidad Valenciana sucede algo parecido. Cada escaño cuesta en el feudo de Manuel Chaves 101.015 papeletas, mientras que en el de Francisco Camps la cifra sube a las 105.788.

Esta asignación de escaños en función del número de circunscripciones electorales, más la aplicación de la Ley D´Hont (que prima a los primeros partidos respecto de los segundos) ha contribuido a la amplitud del triunfo electoral del PSOE. Mientras que el Partido Socialista ha obtenido 61 diputados en Cataluña y Andalucía, el PP ha logrado en esos territorios únicamente 32. En Madrid y Valencia, por el contrario, el Partido Popular ha logrado 37 diputados, mientras que el partido Socialista obtuvo en esos feudos conservadores 29. En el primer caso hay una distancia de 29 diputados, y en el segundo de 8. Ahí está la distancia entre uno y otro partido.

Un dato ilustra fielmente lo sucedido. El PSC ha logrado cuatro diputados más para el PSOE (el 80% de las nuevas actas socialistas) con sólo 86.029 votos más gracias al hundimiento de ERC y, en menor medida, de IU. En Madrid, por el contrario, el Partido Popular ha obtenido 146.734 votos más que hace cuatro años, pero sólo un diputado más. Cosas de la Ley Electoral.

4 comentarios:

José Manuel dijo...

Mirad el artículo de hoy de Lucía Etxebarría en "ADN". ¡Saludos!

Miguel dijo...

Estoy de acuerdo con una reforma de la ley electoral, pero hay que ser cauto a la hora de hacerla. De lo contrario, las zonas menos pobladas pueden salir seriamente perjudicadas. ¿Quién iba a hacer nada por la gente que vive en el territorio rural de Jaén si apenas tiene habitantes?

cascarrabias dijo...

1. el reparto territorial no habria que modificarlo. Seria complicado y todos buscarian tirar para casa. El actual beneficia a las circunscripciones menos pobladas, que si no no tendrian ningun peso frente a las mas pobladas. Me parece bien.
2. Si en una circunscripcion se reparten 3 escaños, y el tercer partido saca algo mas de la mitad que el primero, se llevara los mismos escaños que el primero con casi la mitad de votos. los que dicen que favorece a los mas votados se equivocan.
3. el problema es que como los escaños se reparten por circunscripciones, los que tienen votos sin escaño en muchas circunscripciones suman muchos votos sin escaño. Una solucion sencilla seria votar por circunscripciones, dividir los votos entre el numero de escaños correspondientes, sumar el total nacional, y repartir los escaños.
yo quitaria el minimo. para eso esta el grupo mixto, si no llegas a un minimo en el parlamento, no tienes voz, o casi...
y haria algun cambio mas...

cascarrabias dijo...
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