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miércoles, 19 de marzo de 2008

Firma por la Reforma de la Ley Electoral

Somos conscientes de que ya hay más campañas de recogida de firmas abiertas en el momento actual pero creemos necesario valorar de un modo abierto y trasparente el apoyo del que goza esta campaña.

Las firmas se realizarán a traves de la web
FirmasOnLine que tiene gran experiencia en este tipo de campañas. Entre las diferentes opciones hemos optado por pedir nombre, DNI y correo electrónico de todos aquellos que quieran apoyar la campaña y que son los requisitos mínimos para darle la necesaria credibilidad. El correo electrónico se comprobará que es correcto devolviendo el mensaje y los números de DNI fraudulentos serán eliminados.

Podéis firmar la campaña haciendo click
aquí o sobre el icono correpondiente que se sitúa bajo el manifiesto.

Dejamos aquí los links de otras campañas abiertas sobre la ley electoral para que valoréis si queréis darle también vuestro apoyo:


Izquierda Unida
Escaños Reales
Reforma del sistema electoral español
Contra la Ley de D'Hondt
Cordobeses por la Libertad

4 comentarios:

Aurora dijo...

Buena idea este blog,

un besazo =)

te agrego al mio.

Anónimo dijo...

Deberíamos reflexionar, más allá de la propuesta, sobre el tipo de elecciones que queremos. En los links citados hay excelentes ideas. Sintetizándolas, tendríamos que:
- el Congreso podría elegirse por circunscripción única de todo el territorio nacional (como las europeas). No obstante, los escaños personales se deberían distribuir después de las elecciones generales a través de elecciones "secundarias" a nivel provincial. Me explico. Supongamos que UPyD tiene derecho a tres escaños en la provincia de Barcelona. Se reunirían los militantes y simpatizantes registrados (registro a módico precio) y estos elegirían los tres diputados de marras por un sistema de transferencia de voto (STV). Posiblemente la cosa se complicaría para escoger, por ejemplo, 20 diputados del PP por Madrid. Entonces la provincia debería dividirse en unidades electorales inferiores: cada demarcación (por ejemplo, Madrid Norte) escogería 3, 4 o 5 diputados de acuerdo con el peso de la papeletas de las elecciones generales.
- el Senado, cámara de representación territorial, se elegiría como hasta ahora. Sería lógico, no obstante, aplicar un sistema de transferencia de voto para minimizar la pérdida de votos.

El problema es que el PP y el PSOE no están por la labor. Así que tendríamos que negociar:
- nosotros renunciaríamos a las "listas abiertas" (elecciones primarias o secundarias).
- ellos aplicarían la circunscripción única (con listas cerradas). Evidentemente si partidos como UPyD decidiesen aplicar un sistema de primarias, lo podrían hacer y seguro que eso les haría ganar votos.

También podríamos optar por una tercera vía:
- reforma de la ley de partidos, de manera que sólo fueran partidos legales los que admiten la unidad nacional de España.
- si CiU y el PNV admitiesen la unidad nacional de España podrían presentarse. Pero evidentemente irían perdiendo votos de los sectores separatistas. Poco a poco se verían forzados a desaparecer.
- si no la admitiesen, ilegalizados y punto.

Jaime

Miquel Saumell dijo...

Estoy de acuerdo en que los grandes perjudicados son IU i UPyD, números cantan. Pero los grandes beneficiados con la injusta ley electoral no son precisamente los partidos nacionalistes periféricos, como sibilinamente queréis dar a entender en vuestro blog, sino los dos grandes partidos nacionalistas españoles, PP y PSOE, que en conjunto tienen asignados 30 diputados más de los que matematicamente les correspondería. Y son precisamente estos dos grandes partidos, y no otros, los únicos que tienen en su mano modificar la ley y hacerla más democrática. Más en

http://elradardesarria.blogspot.com/2008/03/la-representaci-distorsionada-dalguns.html

Reforma Electoral dijo...

En ningún caso se da a entender sibilinamente lo que comentas Miquel. La comparación es con el PNV por la cercanía en votos donde es más fácil de entender.

Si lees el manifiesto verás que pedimos a PSOE y PP que aborden la reforma alejados de sus intereses electoralistas y la ventaja que les proporciona el actual sistema.