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domingo, 6 de abril de 2008

¿Está obsoleto nuestro sistema democrático?

RAFAEL LÓPEZ RODRÍGUEZ Y JOSÉ EDUARDO MUÑOZ NEGRO
Extracto del artículo publicado en el Ideal de Granada

[...]

Por tanto, necesitamos cambios institucionales, culturales, económicos y educativos que permitan acercar el sistema político a las necesidades de los ciudadanos. Al abordar los cambios institucionales, dos son los principales aspectos sobre los que reflexionar; la reforma de la ley electoral y del Senado, y la introducción de cambios en los reglamentos internos de los partidos políticos para que sean permeables y accesibles a la ciudadanía, limitando su 'captura' por sectores profesionales.

1. Una democracia de calidad necesita pluralismo político, la ley electoral, diseñada para estabilizar el sistema e integrar a los nacionalistas en el Parlamento se ha convertido en un instrumento que favorece a los partidos más votados o que concentran su electorado en un territorio concreto. Realmente no es un sistema proporcional, sino mayoritario atenuado, los grandes perdedores son los partidos minoritarios que no son nacionalistas, sino que tienen su electorado repartido por todo el Estado. Es el caso del PNV, con 303.000 votos tiene 6 diputados, IU con casi un millón, tiene 2 escaños, UPYD con los mismos votos que el PNV, tiene un diputado. Si la circunscripción fuera estatal, aplicando la ley D'Hont, los dos grandes partidos, perderían algunos diputados, los partidos nacionalistas quedarían en conjunto con casi los mismos diputados -excepción del PNV y Na-Bai-, y las opciones minoritarias implantadas en todo el Estado podrían adquirir una mínima capacidad de influencia.



El sistema electoral español beneficia tanto más a los partidos conforme se les vota más en cada circunscripción provincial. Esto supone que en provincias donde hay 2 ó 3 diputados, el voto que no apoye una opción mayoritaria es testimonial. Solamente los ciudadanos que vivan en Madrid o Barcelona, tienen la opción de que su voto a un partido no mayoritario (nacionalista o no) tenga algunas posibilidades de convertirse en un escaño en el parlamento. Cuando protegemos todo tipo de diversidad (biológica, lingüística ) resulta que la diversidad política está en peligro. En un parlamento donde reina la disciplina de partido, la circunscripción provincial es puro romanticismo. Con excepciones, los diputados no defienden a sus respectivas provincias, sino la estrategia global del partido. En un marco de ciudadanía estatal y europea, el voto de una persona no puede tener distinto valor en función de la provincia en la que vote, o del partido al que vote. No es admisible que partidos con 300.000 votantes consigan un número de diputados 3 veces mayor que otros que triplicaron el número de votos de los primeros.



Es un sistema injusto e inestable pues el partido bisagra afincado en un territorio acaba actuando como una entidad con vocación centrípeta, creándose a veces la paradoja de que partidos, que creen poco o nada en el Estado español, sean claves en su gobernabilidad. Esta situación no ocurre en ningún gran país de la UE. Siendo Italia el extremo contrario al modelo español, con una diversidad política prácticamente ingobernable. El actual gobierno promovió la despolitización de la TV estatal pública, haciéndole un favor a la democracia española. Le haría otro favor a la democracia si apostara por una ley electoral más incluyente que reconozca y permita más la diversidad política, reconociendo el principio proporcional de igualdad de voto de los ciudadanos.



Al final, lo que se recuerda de un partido político no son sus servidumbres, sino lo que hizo por profundizar y ensanchar la democracia, por incluir y universalizar la dignidad y la diversidad de todos, ampliando derechos reales para toda la ciudadanía.
Esta reforma de la ley electoral debería completarse con la conversión del Senado en una cámara territorial donde queden representados todos los territorios. Esto permitiría articular un espacio para el debate territorial, liberando espacios, tiempos y energías en el Congreso, para otros debates absolutamente necesarios. Una circunscripción estatal para el Congreso de los Diputados y un Senado convertido en cámara federal, permitiría una mayor diversidad política, al tiempo que garantizaría la gobernabilidad, integrando en igualdad de condiciones tanto a los ciudadanos como a los territorios.

Ideal de Granada

5 comentarios:

Sergut dijo...

"Una circunscripción estatal para el Congreso de los Diputados y un Senado convertido en cámara federal, permitiría una mayor diversidad política, al tiempo que garantizaría la gobernabilidad, integrando en igualdad de condiciones tanto a los ciudadanos como a los territorios".

Esta es una de las propuestas más sensatas que he leído por aquí, pero también es muy difícil de llevar a la práctica. Requiere un cambio constitucional, y el melón de la reforma constitucional es muy fácil de abrir pero muy difícil de cerrar bien.

Dailos González Díaz dijo...

Creo que se parte de un error al considerar que la ley electoral actual beneficia a los partidos llamados "nacionalistas". En realidad la problemática reside en el hecho de que prime el voto de las zonas más ruralizadas y con menos población al ser las circunscripciones provinciales. El objeto de la ley electoral, obviamente, es beneficiar el bipartidismo.
La comparación de los votos de IU con los CiU o ERC puede llevar a equívocos, ya que, de hecho, a CiU y ERC le corresponderían más diputados que los que tienen actualmente... lo que ocurre es que a IU le corresponerían muchísimos más. En el caso Catalán, por ejemplo, Barcelona tiene muchísimos menos representantes que los que le corresponderían por población, pero otras provincias como Girona tienen una representación sobredimensionada (ello explica que CiU, aún habiendo visto reducido el número y porcentaje de votos obtenidos, estuviera a punto de conseguir un diputado más que en la anterior legislatura). Con la actual ley, las comunidades autónomas que más representación están perdiendo son Madrid y Barcelona, mientras que Castilla La Mancha y Castilla y León tienen una representación sobredimensionada para lo que supone su población (esta representación "sobredimensionada", paradójicamente, a la vez supone que partidos minoritarios aunque significativos en número de votos, no estén representados, cosa que si ocurriría con una circunscripción autonómica, pese a la reducción del número total de diputados; un ejemplo concreto, IU obtendría representación en Castilla La Mancha). En Canarias la distribución si es más equitativa en relación a la población por lo que respecta a las elecciones estatales (no así en las autonómicas, con una ley electoral aún más injusta que la estatal, con unos topes electorales atroces del 30% a nivel de circunscripción y del 5% a nivel de archipiélago).

Una propuesta razonable sería la circunscripción autonómica, con un número de representantes por cada comunidad que sea equivalente a la población que viva en dicha comunidad (hallándose el porcentaje de personas que viven en cada autonomía con respecto a la población total del estado). Ello, y aplicando, a ser posible, un sistema proporcional (no la Ley D`Hont) corregiría las injusticias del actual sistema electoral y, a la vez, atendiendo a la diversidad de realidades del estado (los resultados obtenidos diferirían poco de los de la lista estatal, ya que la representación está distribuida en función de la población). Ello, por los desajustes en los redondeos, supondría la aparición de una "bolsa" de restos, que facilmente pueden repartirse, esta vez sí, en función de los votos obtenidos en el conjunto del estado.

Realicé algunos cálculos a partir de los resultados de las elecciones de 2004, de acuerdo a un sistema proporcional (no D`Hont), y comparando la representación obtenida en esos comicios, con la representación que obtendrían tanto con listas autonómicas como estatales. Obviamente en este comentario no puedo insertar el archivo, pero los resultados serían interesantes (puede hacerse el experimento a través del Exel o de una hoja de cálculo).

Anónimo dijo...

Tio!Cuánta razón tienes. Debería ser 1 voto 1 ciudadano,.La democracia no entiende de raíces cuadradas y extrañas fórmulas, entiende de voto libre y con valor igual para todos. Apoyaré esta iniciativa, reforma ya!seguid así!

P.D: es muy interesante lo que dices Tamanca, ¿no podrías publicar los resultados en tu blog?

Sergut dijo...

Tamanca:

Podrías explicarnos por qué dices que la Ley D'Hont no es proporcional? Yo la veo muy proporcional...

Sergut dijo...

Tamanca:

Podrías explicarnos por qué dices que la Ley D'Hont no es proporcional? Yo la veo muy proporcional...